Como parte de una reflexión general cabe preguntarse si realmente la implicación del médico de familia como persona dispuesta a proporcionar ayuda, ante todo, representa una dosis de autoayuda no siempre tenida en cuenta ni explorada convenientemente.
Cuando un médico de familia lleva diez años de profesión, suele experimentar cambios en la forma de acercarse y de hablar con sus pacientes. Cuando lleva veinte años de profesión,el médico conserva la realidad del paciente desde el pisma de la continuidad, no desde la distancia de la sabiduría. Si el médico es capaz de incorporar su máxima espectativa de cada momento, a la situación inesperada del próximo encuentro asistencial, habrá conseguido la esencia y la fórmula para mantener una permanente felicidad en el ejerciio asistencial como médico de familia. Sólo falta que nos lo creamos de verdad, porque la realidad es que es así y funciona.
La expresión y constatación de que la atención primaria supone una garantía de protección y autoayuda del profesional la refrenda la vivencia continuada de mucjos médicos de familia que disfrutan con su profesión, a pesar de los muchos inconvenientes que tradicionalmente se atribuyen al trabajo en el primer nivel asistencial.
lunes, 31 de mayo de 2010
miércoles, 12 de mayo de 2010
Por qué soy médico de familia
Porque hace ya muchos años fui creyendo cada vez más en la figura de un personaje idealizado que ayudaba a muchas personas. Afortunadamente pude hacer realidad mi sueño tras grandes esfuerzos y trabajo constante y pienso que he sido un afortunado al haber elegido una de las mejores profesiones del mundo. Por lo menos, no me veo yo haciendo otra cosa.
Por qué escribo este blog
Porque quiero compartir reflexiones sobre aspectos diversos de nuestra realidad como médicos de familia con aquellos compañeros que lo deseen
Por qué es una suerte
Cada vez más estoy convencido que puedo considerarme un afortunado. La posibilidad que me ofrece mi acercamiento a la realidad diaria y continuada de muchas personas supone un crecimiento personal no siempre valorado adecuadamente. Desgraciadamente no siempre podemos o queremos ser conscientes de la situación pero mi experiencia me está enseñando que abrir los ojos a la realidad concede al médico de familia muchos beneficios para su propia vida y, por tanto para su propia salud.
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